Proyecto Startups: Retratando a la comunidad

Proyecto Startups

El proyecto startups nace con la intención de retratar a miembros de la comunidad startup en unas condiciones similares.

Lo que busco en cada retrato es abstraernos de los detalles técnicos de la fotografía al tratar de homogeneizar las mismas y hacer que tengan una estructura común (Persona centrada, blanco y negro, una fuente de luz muy difusa).

Al tener todas las fotos un punto de partida común a nivel técnico, permite (o lo pretende al menos) sacar a la luz las diferentes personalidades de los sujetos, ver las diferentes maneras de reaccionar ante una misma situación, que cuenten un poco más acerca de la personalidad de la startup.

Además, no se tratan de sesiones propiamente dichas, si no que son más bien pequeños fragmentos de tiempo robado a las startups en las distintas ocasiones que nos encontremos en el mismo lugar. ¡Al final en el mundo startup el tiempo libre para estas cosas suele ser escaso!

¿Y cuál es el objetivo del proyecto startups?

Mi objetivo es conseguir a la mayor cantidad de personas retratadas posibles, por lo cual, cualquier persona que forme parte de esta comunidad (ya sean fundadores, trabajadores, inversores o cualquier otro perfil relacionado) será por supuesto bienvenido.

Pero ante todo, esto es un proyecto que hago por voluntad propia y al que le tengo mucho cariño, por lo que me tomaré las cosas con calma, para intentar que cada retrato tenga el mayor significado posible.

No pretendo que sean retratos impresionantes, ni de una excelente calidad técnica, puesto que creo más relevante el tener una foto, aunque no sea perfecta, que transmita lo que busco.

Las fotos se harán en su mayoría en A Coruña, por ser donde me encuentro, pero estoy abierto a hacerlas dentro de Galicia con cierta flexibilidad (¡al final me muevo bastante por aquí!). Fuera de aquí, de momento es más complicado llegar a hacer fotos para el proyecto, pero quién sabe :).

¿Cómo puedo participar en el proyecto?

Si quieres participar, simplemente mándame un correo a hola@vaughtton.com y te incorporaré a el proyecto. Puedes contactarme también a través de mis redes sociales como Twitter o Linkedin.

Puedes ayudar a difundir el proyecto por redes sociales compartiendo la página del mismo si te parece interesante, o comentándoselo a tus conocidos del mundo startup que creas que les puede interesar. Por supuesto que es completamente gratuito participar y sin ningún tipo de compromiso.

Ir al proyecto.

 

Imprimiendo Fine art en Saal digital

El fine art, es una impresión de más calidad que una impresión normal de fotografía. La intención no es la misma. Y se imprimen Fine Arts por una simple razón: La experiencia.

¿Por qué el Fine Art?

El Fine art está pensado para los casos en los que queremos hacer una impresión de una fotografía con más cuidado y más detalle. Es especialmente útil para los casos en los que se quiere hacer una edición limitada de una serie fotográfica o se quiere entregar una imagen con una calidad más apreciable.

Las imágenes, las he imprimido en Saal digital, que gracias a su colaboración ha hecho posible este artículo.

El envío, en este caso (4 imágenes) ha sido en un sobre que protege a las imágenes del deterioro y proporcionan una protección suficiente para que no se dañen en el envío.

Las imágenes que he elegido son 3 de la sesión con @hipelaez, para ver el efecto que provocaba la imagen en papel en contra de en una pantalla. La última, de Laura, es una pequeña sorpresa.

Lo primero, es que me ha sorprendido la calidad de impresión que tiene la imagen. Para ello, las exporté a la mayor resolución posible (5000×4000) debido al recorte, y le apliqué un enfoque destinado a verlo en papel (que es distinto a verlo en pantalla). El resultado es impresionante.

Son papeles mate, que no tienen brillo y al contrario que el papel fotográfico, estas imágenes están hechas para ser tocadas. La textura es muy sutil y proporciona un tacto muy agradable. A todo esto, la superficie se llama PhotoRag, y es muy recomendable.

La representación de los colores es muy exacta, y consigue hacer que las imágenes se vean tal y como las había concebido. Se pueden apreciar las sutiles transiciones de colores y apreciar los detalles.

Se puede apreciar en la imagen superior la textura del papel, que realza la fotografía y le proporciona un acabado increíble. si vemos un detalle más cercano, jugando con la iluminación podemos verlo más detenidamente:

En resumen:¿Merece la pena?

La calidad es muy buena.

No son para imprimir imágenes por que si, ya que el precio las aleja de lo que sería económico, sin embargo, si se quiere hacer un regalo especial, o hacer una edición limitada de las imágenes es una alternativa perfecta.

Los tamaños a elegir son diversos y personalizables y la calidad es apreciable a simple vista. Así que si quieres una impresión Fine Art, Saal digital puede ser una opción muy interesante!.

¿Cómo enfocar tus fotografías? El método del paso alto.

Muchas veces tenemos fotografías a las que les falta un poco de nitidez.

Quizá, nos hayamos quedado un poco cortos con el enfoque y esté la nariz y no los ojos con el enfoque crítico. La foto sería perfecta, excepto por ese pequeño detalle.

O quizá tengamos una imagen, con poca profundidad de campo y queremos dar más fuerza a una parte en concreto de la imagen con un enfoque más nítido.

Este método es perfecto para ello.

El método del paso alto.

Este método nos otorga control total sobre la imagen. Conseguimos enfocar las áreas que queramos selectivamente, y la cantidad de enfoque que necesitemos. Perfecto para retratos o paisajes. Y todo de manera muy sencilla (y automatizable!)

Para empezar, tenemos que tener una imagen a la que le hayamos hecho todos los ajustes que queramos en cuanto a exposición, contraste, color…etc. Ya que el enfoque es necesario que sea el último paso antes de la exportación.

El primer paso, será crear una nueva copia de la imagen, que podemos hacerlo mediante una combinación de todas las capas visibles (Ctrl + alt + shift +e). Le cambiaremos el nombre a la capa por “Enfoque general”

 

El siguiente paso, será convertir la capa en un objeto inteligente. Esto lo que nos permitirá es modificar el efecto que vamos a aplicar a posteriori en la imagen, otorgándonos más control y la capacidad de rectificar en cualquier momento si nos pasamos. Para ello vamos al Menú–>Filtro–>Convertir para filtros inteligentes.

A continuación, debemos desaturar la imagen para conseguir que no nos coloree la imagen al aplicar el filtro. Hay maneras distintas de hacerlo, pero la más sencilla es pulsar Ctrl + U y reducir la saturación al mínimo.

Ahora será el paso en el que aplicaremos el protagonista de esta imagen. El filtro de Paso Alto. Este filtro lo que hará será separarnos la imagen en las frecuencias bajas (color) y las altas (Contornos), y seleccionarnos únicamente las altas. Con lo cual, lo que conseguiremos será una imagen que únicamente tenga los contornos de la misma. El enfoque viene definido por el contraste que existe entre los contornos, así que al poner por encima de nuestra foto original una con exclusivamente los contornos, estaremos realzando la nitidez de la imagen.

Para ello, entonces vamos a Filtro —> Otro —> Paso alto

Y aplicaremos un radio en el que apreciemos el borde con nitidez de la imagen, pero sin pasarnos. El objetivo es que sean visibles los bordes de la fotografía pero no el color que yace debajo. Cuanto mayor sea el radio, mayor será el enfoque.

Valores habituales son entre 1 y 12 píxeles. En mi caso, para el enfoque general suelo utilizar un valor que ronde los 2 píxeles. En este caso, 1,6 píxeles.

Ahora, lo que tenemos es una versión en gris y con los bordes resaltados de nuestra imagen. Para que consigamos el efecto que queremos, debemos eliminar todo el gris que aparece. Para ello, usaremos el Modo de fusión Superponer, que hace precisamente eso, eliminar de la capa todos los píxeles que sean 50% gris.

Pero ahora tenemos toda la imagen enfocada. Incluso las zonas que están desenfocadas en nuestra fotografía original. Lo cual no es lo que estamos buscando. Con esta capa de enfoque general, lo que queremos es que se enfoquen más las partes que ya están enfocadas de la imagen.

Para ello, crearemos una nueva máscara de capa pulsando sobre el icono de máscara, y manteniendo pulsado el botón alt, crearemos una máscara de capa negra.

Ahora, pintaremos con un pincel en color blanco las zonas en las que queremos el enfoque de la imagen (en este caso el cuerpo del modelo).

Y con esto, el enfoque general está listo. Nuestra imagen ha ganado nitidez y podemos elegir en las zonas en las que queremos que se vea este enfoque, simplemente añadiendo zonas en blanco a nuestra máscara de capa. Si vemos que nos hemos quedado cortos, podemos modificar el radio de nuestro filtro de paso alto.

 

Enfocando zonas selectivas:

Posteriormente, realizo un enfoque más agresivo, pero más selectivo para llevar la atención a las zonas que quiero. Para ello, duplicaremos la capa que acabamos de crear pulsando Ctrl + J, y la llamaremos Enfoque selectivo.

Modificaremos el radio del filtro de paso alto al doble del valor anterior (en este caso 3,2), para conseguir un ratio de enfoque de 2:1 con respecto al anterior.

Pintaremos en blanco sobre la máscara de capa en las zonas que queremos tener enfocadas. En este caso en particular en la cara únicamente.

Y el resultado final es el siguiente, en el que se aprecia el cambio.

Consejos y notas:

Es importante saber que cuando estamos aumentando el enfoque de la imagen, podemos llegar a introducir ruido. Con lo cual no nos debemos pasar en la cantidad de enfoque que aplicamos a la imagen, ya que quedará irreal.

Es también importante saber que si nos pasamos, podemos reducir la intensidad del efecto con la opacidad de las capas.

También es recomendable sistematizarlo todo en una acción. Como parte de este blog, os dejaré la acción que utilizo yo para que la podáis descargar 🙂

 

 

 

Curso de flash 101: Entendiendo cómo funciona el flash

Entendiendo la exposicion

Comprendemos la exposición con luz natural.

En ella tenemos tres elementos que influyen en la exposición de la fotografía: La apertura, la velocidad de obturación y la ISO. Funcionan en lo que es llamado el “triángulo de la exposición”.

Es relativamente sencillo, con cierta práctica entender cómo funciona este triángulo. Cuanto mayor sea la apertura de la cámara, más luz entra. Cuanto más lenta sea la velocidad de obturación, más luz entra. Cuanto mayor sea la ISO de la cámara, más luz entra. (y viceversa).

Equilibrando estos tres valores conseguimos lo que llamamos una “exposición correcta”, que podemos conseguirla mediante varias combinaciones de los parámetros, será la misma exposición una imagen a f 1.4, 1/200s ISO 100, que una imagen a f2.8 1/100s ISO 200.

Y hasta aquí es sencillo, puesto que simplemente es tarea de jugar con estos tres parámetros para conseguir la exposición que queremos.

Incorporando el flash al triangulo.

Sin embargo el flash es distinto.

El flash es un destello puntual de una duración realmente corta en toda la exposición de la fotografía.

Las velocidades a las que hacemos una exposición pueden llegar a parecernos realmente rápidas (1/200s es imposible de ver con el ojo humano). Sin embargo, el flash va en un orden de magnitud por encima de esa velocidad. Un flash disparará (por decir algo) a 1/10000s. Es decir, comparado con el tiempo de exposición de la fotografía, es un valor muy, muy pequeño.

Y este flash puede ser disparado en cualquier momento de la exposición, que tendrá la misma intensidad. Ya sea justo al principio o al final de la exposición (Una técnica llamada Rear-curtain sync, de la que ya hablaremos.)

Por lo tanto, la velocidad de obturación no afecta a la exposición del flash. Únicamente modifica la cantidad de luz ambiente que entra en la cámara.

Un flash que de una exposición correcta a f/8  y 1/250s seguirá dando una exposición exactamente igual a f/8 y 1/60s. El único efecto visible será que el fondo ha subido dos pasos de exposición.

La frase que más grabada a fuego me ha quedado, viene de Gregory Heisler:

La apertura controla el flash, la velocidad de obturación el ambiente.

Una frase realmente simple, pero contiene todo lo que necesitamos para exponer adecuadamente con el flash.

Consiguiendo la exposición correcta con el flash.

Cuando queremos exponer una imagen para ser iluminada con flash debemos tener ciertos parámetros en cuenta:

La velocidad de obturación, a menos que estemos trabajando en HSS, no puede ser superior a 1/250 en la mayoría de flashes. Por lo cual, este será el valor de referencia que tomaremos para configurar nuestra cámara.

El valor de ISO será siempre que sea posible el valor mínimo de la cámara. En este caso, será de ISO 100 en mi cámara (y en la mayoría).

Lo último que nos queda es regular la potencia del flash. Un buen punto de partida es disparar a una potencia que sea la mitad de la total de mismo, debido a que gasta menos potencia por cada disparo y otorga una luz más que suficiente en prácticamente todas las ocasiones.

Por último, con la apertura ajustaremos el valor hasta conseguir la exposición que deseemos. En este caso podemos probar con f/8.

Normalmente, en una habitación normal, con un valor de 1/200 y f/8 a ISO 100 conseguiremos que la luz ambiente sea prácticamente residual o inapreciable, consiguiendo que la única fuente de luz que tengamos sea la que viene de nuestro flash.

Tal que así:

Ajustando su potencia, podremos conseguir iluminar más a nuestro sujeto. También podemos jugar con la apertura de nuestro objetivo para conseguir el mismo efecto.

Poniéndolo todo en práctica.

Ahora lo que nos toca es ponerlo en práctica.

Para ello empezaremos por montar nuestro set de iluminación básico (Para lo cual haremos una breve guía) y buscarnos un sujeto que se quiera prestar a las pruebas.

Toda la teoría del mundo, vídeos de YouTube, o incluso este curso, no sustituye a la práctica, por lo que te recomendaría que en cuanto te leas la siguiente entrada y montes adecuadamente tu equipo (Puedes saltártelo si crees que no es necesario!), te pongas a sacar fotos a ti mismo, tu padre/madre o un amigo que se preste, intentando conseguir una exposición correcta.

Así que es hora de pasar a la siguiente entrada:

Cómo montar tu equipo de iluminación correctamente.

Nuestras primeras fotos con el flash.

 

Curso de flash 101: Comprando el kit de iluminación básico

fotografia de flash

Iniciarse en el mundo del flash no es caro.

Por supuesto que los equipos más profesionales de estudio pueden llegar a costar cientos de dólares por cada flash, más otros tantos por cada stand, modificador… etc. Pero no es necesario invertir tanto dinero para iniciarse en el mundo de la iluminación con flash. En este caso, vamos a tener un kit completo de iluminación por menos de 150€.

Primer paso: ¿Qué flash me compro?

Para empezar con la iluminación necesitamos una fuente de luz artificial. En este caso un pequeño flash nos servirá para nuestras necesidades. A la hora de comprar un flash hay bastantes cosas que tener en cuenta (Que tengan TTL, que tengan HSS, que tengan un número guía alto).

Pero probablemente estas cosas no te sean familiares a estas alturas. Hablaremos de ellas a lo largo del curso, pero para empezar, cualquier flash que tenga ajustes manuales nos será más que suficiente para empezar. Si cuenta con TTL (Through the lens), o HSS (High speed syncronization), mejor que mejor.

Gracias a la marca Yongnuo, tenemos una opción realmente interesante para iniciarnos en el mundo de la iluminación artificial: Yognuo YN560 III

Este flash tiene todo lo que necesitamos para iniciarnos. Controles manuales de potencia, zoom y sistema integrado para controlarlo a distancia. Tiene potencia suficiente para empezar, y aunque el consumo de pilas es elevado, duran adecuadamente. Por los 57€ que cuesta (Que habitualmente puedes encontrar rebajado por unos 40€) es una auténtica ganga.

Flash: Yognuo YN560 III – 57€

Segundo paso: El disparador remoto

Lo segundo que necesitaremos para comenzar, es un disparador remoto. Aquí puedes comprar desde un disparador/transmisor muy barato (sobre unos 18€), que te permite disparar el flash a distancia, pero no ajustar los controles del flash a distancia.

Esta opción es recomendable sólo si vas con un presupuesto muy reducido, ya que son mucho menos prácticos que la opción que yo he escogido para esta guía. Sin embargo cumplen la función correctamente.

El disparador que yo he elegido es este: Yongnuo YN560 – TX

Lo bueno de este disparador, es que por poco dinero más (Unos 37€, incluso 25 € de oferta) te permite modificar los parámetros del flash a distancia, haciendo que el proceso de aprendizaje sea más rápido, que a la hora de las sesiones tengas una mayor habilidad para modificar la luz y que no tengas que manipular el flash de manera manual cada vez que quieras cambiar de potencia. Por la diferencia de precio, la decisión es clara, además de que al haber comprado nuestro flash yongnuo se comunican directamente por Wi-fi.

Tercer paso: El stand de iluminación

Para poder tener nuestro flash en la ubicación y posición que queramos, necesitamos un stand de luces. Estos, cuanto mejor calidad y mayor estabilidad, mejor, ya que protegerán a nuestro equipo de posibles caídas.

Sin embargo, como vamos a trabajar como flash de mano que no pesa mucho, podemos emplear un stand que sea lo suficientemente rígido y estable para nuestras necesidades.

Neewer tiene a disposición unos stands baratos de iluminación, que por 16€ cumple perfectamente su función.

Cuarto paso : El soporte portaparaguas

Para nuestro kit, necesitaremos un soporte para nuestro flash y para el paraguas. Esta pieza se conecta entre el pie de luz y la zapata de nuestro flash y nos permite acoplarle modificadores.

Esta pieza va a soportar nuestro flash, así que queremos que sea lo suficientemente buena como para que no se caiga. Por suerte, son piezas baratas (Entre 9€ y 20€).

En mi caso, el soporte que compré es el siguiente: Neewer ,   

Cumple su tarea de manera correcta, por unos 10€. Perfecto para nuestro kit. Si consigues encontrar un soporte de este estilo: https://mpex.com/lumopro-umbrella-swivel-w-standard-cold-shoe.html, entonces, ¡cómpralo! Son mucho más robustos y te permitirán utilizarlos más en un futuro con equipos más pesados (Y paraguas más grandes!)

Quinto paso: Los modificadores

Lo último que necesitamos para nuestro equipo son modificadores. Y no hay nada más barato que un paraguas translúcido.

Aquí te recomiendo comprar el más grande que puedas encontrar. En mi caso, compre uno de Neewer también, que por 6€ me ofrece un tamaño reducido (no es lo ideal) pero nos sirve para iniciarnos en el mundo del flash. Tiene unas medidas de 33″. Lo ideal sería comprar un paraguas de 46″, con interior 3-en-1. Otra opción (más costosa), puede ser este paraguas de 165cm de Selens.

Sin embargo, tenemos otra opción para iniciarnos, que particularmente me gusta más, aunque sea un poco más costoso, que es un softbox de paraguas, que ofrece una fuente de luz grande y suave por un precio bastante reducido. La desventaja que tiene es que al ser tan fácil de montarse y desmontarse (su principal ventaja) ofrece poca orientación posible, y por lo tanto, menos control que en el caso del paraguas. Compré este softbox , por 20€ en oferta, aunque es habitual encontrarlo por 26€.

Resumiendo: Nuestro material de iluminación:

  • Flash: Yognuo Yn-560 III – 57€
  • Transmisor: Yongnuo TX – 37€
  • Stand de luces: Neewer – 16€
  • Soporte de paraguas: Neewer – 10€
  • Paraguas: Neewer – 6€

Total: 126€

Añadiendo el softbox, nos ponemos en 152€, pero no es necesario para empezar en la fotografía de flash.

Como podemos ver, tenemos por menos de 150€, un equipo de iluminación que nos permitirá hacer experimentos con la luz, aprender a dominarla y conseguir resultados espectaculares con un presupuesto muy reducido. Además, es un equipo que nos durará muchos años y que nos seguirá sirviendo a medida que nuestro nivel profesional vaya aumentando.

Al contrario que las cámaras y los objetivos, el equipo de iluminación básico es relativamente barato. Por el precio de un objetivo regulero, podemos tener un estudio portátil que dará mucho más valor a nuestra fotografía.

Una vez que todo nuestro material nos llegue. Estamos listos para empezar.

En la siguiente entrada: Montando nuestro equipo de iluminación.

*Nota: Todos los enlaces son de afiliado. No te cobrarán nada extra a ti por comprarlos, pero me estarás ayudando a mi a poder ofrecer contenido de calidad.

 

Curso de flash 101: ¿Cómo empezar en la fotografía con Flash?

fotografia de flash

A la hora de sacar fotografías, el principal elemento que tenemos que tener en cuenta es la luz.

Y la luz puede venir en dos maneras: Luz natural o luz artificial.

La luz natural es aquella que nos rodea todo el tiempo, la luz que viene directamente del sol. Es lo que estamos acostumbrados a ver ya que estamos continuamente viendo el mundo real a través de esta luz. Cuando vemos una imagen iluminada con luz natural, nos parece precisamente eso, natural. El ojo humano reconoce la iluminación y la situación y le resulta cómodo.

La luz artificial es toda aquella que proviene de una fuente de luz que emplea algún tipo de mecanismo para transformar energía en luz. Ya sea un mechero, una bengala, la farola de la calle, o un flash de estudio. Las fuentes de luz artificial tienen una ventaja inherente, que es que podemos controlar la luz.

Si empleamos un flash para sacar una fotografía tenemos mucho más control acerca de cuál es la fuente de luz principal de nuestra fotografía. Y se nos añaden varias variables extras: ¿De qué dirección viene la luz? ¿Es luz suave o dura? ¿Directa o indirecta?¿Cuánta potencia?.

Y todas estas preguntas pueden llegar a asustarnos. Introducimos nuevas variables que tenemos que controlar para sacar fotografías. Y además con el añadido de dificultad que tiene el flash de que no vemos el resultado final con nuestro ojo. Tenemos que imaginarnos la luz.

Pero tener más control, también implica que dependemos muchísimo menos de las condiciones ambiente para conseguir el resultado que queremos. Implica que podemos conseguir efectos drásticamente diferentes con únicamente cambiar el esquema de iluminación, e implica que indirectamente ganaremos más conocimiento acerca de cómo funciona la luz. Y que podemos conseguir resultados que se nos escapan. Como esta fotografía.

¿Qué voy a aprender en este curso?

Este curso va a ser un camino que vamos a recorrer juntos.

Veréis, yo soy un fotógrafo de luz natural. Me gusta mucho interactuar con la persona que está detrás del objetivo. No estar limitados a la zona en la que la iluminación es buena. Jugar con las condiciones del ambiente y aprovechar las localizaciones.

Sin embargo, como bien me dijeron una vez:

No hay fotógrafos de luz natural, si no gente que le tiene miedo al flash.

Y quiero perderle el miedo. Así que voy a aprender a utilizar poco a poco la iluminación con flash para no estancarme en mi fotografía y dar un pequeño paso más allá en la fotografía.

Por lo tanto, te iré contando mis aprendizajes, lo que utilizo, por qué lo hago, cuál es mi progreso y cuál es mi proceso. En el camino, aprenderemos cosas acerca de la calidad de la luz, la dirección de la luz, las formas de crear esquemas, las formas de aprender y el proceso creativo.

Así que empecemos por lo básico. Compremos un flash.

Te espero en la siguiente entrada: ¿Qué equipo necesito para empezar en la fotografía de flash?

¿Es importante tener un buen equipo fotográfico?

importancia del equipo fotografico

Cuando se empieza en la fotografía, siempre surge la misma admiración por las cámaras más caras. Las más “profesionales”, las que tienen características que ni siquiera sabías que existían (y mucho menos que las necesitaras).

Y esa admiración que arrastramos desde que empezamos, puede hacer que nos llevemos a nosotros mismos a caer en el Síndrome de Adquisición de Material o (GAS en inglés), haciendo que nos centremos únicamente en el equipo fotográfico que tenemos y por qué nos impide hacer ciertas cosas, que haríamos mejor con otras cámaras (curiosamente, casi siempre es el último modelo).

Pero la realidad, es que una vez que tenemos una cámara de gama media (Podríamos encuadrar aquí a las Canon 700D, 80D, Nikon 5300, Sony a6300, A7…) el límite ya no es del equipo, si no que muy probablemente, el límite seamos nosotros.

mi equipo-1

La tecnología ha avanzado a pasos agigantados. Las cámaras de hoy en día son muchísimo mejores que las gamas más profesionales de hace tan sólo 6-7 años. Y hace tan pocos años, se hacían fotografías igual de complejas que las que podemos sacar ahora.

Una cámara actual, permite subir a ISOs tan altas sin casi ruido, que las primeras cámaras digitales, ni siquiera eran capaces de ofrecerlas entre las opciones (y muchos menos que fueran utilizables). La obturación llega en la mayoría de casos a 1/4000 s, y el motor de enfoque es lo suficientemente rápido como para enfocar de manera bastante consistente en la mayoría de ocasiones.

Entonces, ¿por qué nos obsesionamos con tener nuevo equipo?

Aquí entran en juego muchos factores, el deseo de tener material nuevo, esa sensación de que estamos abriendo un regalo nuevo, que de cierta manera nos retrotrae a nuestra primera cámara, nuestros primeros regalos… el poder decir que tenemos algo nuevo y enseñárselo a nuestros conocidos también juega un gran factor. Pero si debo citar un factor que creo que es el esencial, y del que soy culpable, es el de autojustificarnos.

El equipo como autojustificación

Tener la excusa fácil de que no mejoramos como fotógrafos por el equipo nos proporciona una salida fácil ante por qué la calidad de nuestro trabajo no es la que nos gustaría.

“Si tuviera una 1Dx mkII, sacaría mucho mejores fotos de deporte”, “Si tuviera una D850 haría los mejores retratos del mundo”, “Si tuviera una A7sII podría grabar de noche”.

Y si bien es cierto que son cámaras que te ayudarán a conseguir el mejor resultado posible, es perfectamente posible hacer el mismo trabajo con una cámara inferior, en concreto, la que tú tengas.

Salvando aplicaciones puntuales en las que no tenga una característica necesaria para un trabajo (grabar en 4K, doble ranura Sd, etc…) prácticamente cualquier cámara moderna puede ser más que suficiente.

Mejorará incluso más tu fotografía el enfrentarte a las limitaciones de una cámara. ¿Tu cámara no tiene el mejor enfoque del mundo? Aprendes a enfocar en manual. ¿No puedes subir la ISO? Aprenderás a iluminar y buscar la luz de otra manera… y así con todo.

¿Entonces, cómo mejoro?

Para mejorar como fotógrafo hay dos pilares claves: La cultura visual, y la práctica.

Para lo primero, lo mejor que puedes hacer es invertir en un buen libro en el que se muestren los trabajos de otros fotógrafos, o se explique algún concepto que quieras aprender, apuntarte a un curso online, ver vídeos en youtube, o simplemente explorar Pinterest e Instagram en busca de nuevos fotógrafos que amplíen tus horizontes.

Porque cuanta más cultura visual tengas, más recursos tendrás a la hora de afrontar la fotografía y cambiará tu concepto de lo que hace a una imagen buena o mala.

Aprender por qué las grandes fotografías de la historia son buenas, como las de Henri Cartier-Bresson o Ansel Adams, te ayudará más en tu fotografía que tener una nueva cámara.

Y por último, la práctica.

Aprende a usar hasta la última función de tu cámara. Leete el manual, practica, sal a la calle, saca fotografías siempre que puedas. Usa tu cámara hasta que el obturador falle y asegúrate de siempre estar probando cosas nuevas.

De esa manera, podrás mejorar tu técnica, basado en las limitaciones de tu equipo actual y ahí, estará justificado dar el salto a una cámara superior.

¿Cuándo necesito cambiar de cámara?

Muy fácil, cuando respondas de manera sincera a la siguiente pregunta:

¿Hay algo que no pueda hacer con la cámara que tengo?

Si la respuesta es que sí, entonces puede estar justificado aumentar el nivel de tu equipo. Si la respuesta es no, o no, pero mejoraría, igual no está tan justificado el gastar dinero en una cámara nueva e igual hay alternativas mejores para gastar el dinero.

¿Y tú, qué piensas? Déjamelo en los comentarios

5 propósitos de año nuevo fotográficos.

Comienza 2019. Tenemos 365 días para desarrollarnos antes de volver a estar en esta situación.

En mi caso, utilizo el comienzo de año como suerte de punto de referencia con el que comparar mi trabajo fotográfico. Ver si hay avances, ver si he mejorado, si mis conceptos son diferentes, mi técnica mejor, mi edición mejor, o si por el contrario me he estancado.

Por lo tanto, este año voy a hacer 5 propósitos que quiero aplicar a mi fotografía, pero que pueden ser muy útiles para vosotros.

Perder el miedo al flash:

Me da miedo la iluminación artificial. Es compleja. Hay muchos más parámetros que controlar. Se suma una variable más. Y al principio puede ser apabullante. Demasiado que controlar (¿De dónde viene la luz? ¿Qué calidad? ¿Cómo monto el flash? ¿Cuánta potencia? ¿Qué parámetros uso?)

Yo que soy fotógrafo de luz natural y retratista me veo con una nueva técnica que me permite no depender de la iluminación exterior. Me da control. Me da la posibilidad de hacer la foto que yo quiero, no la que las condiciones me imponen (en su justa medida, por supuesto).

Por eso, creo necesario aprender a controlarla para poder mejorar mi fotografía, cambiar mi estilo y sobretodo desarrollarme más como fotógrafo (que debería ser el objetivo). Aprender a dominar la luz artificial me servirá para poder mejorar mi fotografía natural.

Haré una serie de artículos en mi experiencia con la iluminación artificial, que espero os sean de utilidad para ir viendo mi progresión.

Ver nuevas caras, nuevos modelos.

He sacado fotos a muchos de mis conocidos, a mis amigos, conocidos y familiares. Y me encanta. Pero existe cierta magia en el momento que conoces a alguien nuevo e intentas retratar lo que te transmite ese encuentro.

De conocer gente, se trata esta afición, de soltarme, aprender y descubrir nuevos mundos, para luego intentar plasmarlos en una fotografía. Así que este año quiero sacarle fotos a gente que no conozco. Gente que se preste para ello y quiera dedicar una hora de su vida a conocernos a través de la fotografía con el objetivo de plasmarlo en una imagen.

Crear un proyecto personal fotográfico.

La fotografía es un campo que te permite explorar tu creatividad hasta límites insospechados. Y creo firmemente que el objetivo de la fotografía debería ser encontrar un significado a tus imágenes más allá del valor estético que proporcionen.

Puede ser una imagen preciosa, pero si no dice nada, será una imagen más. En cambio, una imagen de dos amigas a la salida de una discoteca, aunque imperfecta, puede llegar a generar más emociones en la gente que las ve.

Por eso, este año quiero emprender mi primer proyecto fotográfico. Aún no sé cuál, ni cómo se llamará, ni cuál será su desenlace, pero sé que estará centrado en personas. Porque de eso trata mi fotografía. De personas.

Ver muchas más fotografías (y no sólo fotografías)

La cultura visual es uno de los apartados más importantes de la fotografía. El poder discernir por qué es una fotografía como las de Cartier-Bresson considerada un referente me parece imprescindible para mejorar en la fotografía.

Y para eso, voy a tener que ver muchas imágenes, estudiarlas, ver cómo se han hecho, intentar adivinar la luz, el por qué de la ropa, la expresión. Huir de instagram y ver el trabajo de fotógrafos que han significado algo para el mundo de la fotografía.

Por eso, me he comprado varios libros de fotografía, que creo me ayudarán a mejorar mi visión de la misma: 50 retratos de Gregory Heisler, At Work, de Annie Leibovitz, y Magnum.

Cada uno, me aporta algo diferente, enfocado hacia donde quiero ir.

Pero no sólo de fotografía se enriquece uno, si no que es necesario que explore el cine, los museos, las representaciones teatrales, los cuadros (como cuando fui al National Portrait Gallery)… y todo ello, servirá para enriquecerme como fotógrafo.

Sacar muchas fotografías. Y aprender de ellas.

Por último, mi propósito es que este año esté lleno de fotografías, que documenten mi vida, pero también mi evolución y la gente que retrato. Que me sirva de aprendizaje.

No dejar la cámara sin utilizarse ni una sola semana. Siempre buscar la manera de crear contenido y seguir aprendiendo. Mejorar mi edición, mi encuadre, mi iluminación, mis poses, en general, toda mi fotografía. Crecer yo, como persona.

Así que estos son mis 5 propósitos para 2019. Espero cumplirlos y poder ver esta entrada en 2020, con satisfacción por el trabajo bien realizado.

  • Por cierto, este blog es mi 6º propósito. Esperemos mantenerlo.

 

 

 

¿Cómo edité mi mejor foto de 2018? (Elegida por vosotros)

Hoy os quiero traer algo especial.

Parte imprescindible de este proyecto es toda la gente que comparte mis imágenes y comenta las fotos que subo a mi cuenta de Instagram. Es por eso que pedí hace un par de días que eligierais la foto que más os ha gustado de todo este 2018.

Y la ganadora, por bastante diferencia ha sido esta:

Así que como regalo de Navidad, os contaré el proceso de edición de la imagen, partiendo del archivo RAW de la foto:

Editando el RAW:

El primer paso es la edición del RAW. En este caso, la realicé en Lightroom, pero actualmente empleo otro método de edición del que ya os hablaré en otras entradas. (Es curioso ver como cambia el proceso de edición con el tiempo).

Para ello, editaré dos cosas: El panel de básicos, ajustando la luminosidad y la temperatura de color de la imagen, y haré un pequeño ajuste a los colores hasta dejarlos a mi gusto. El resultado del RAW es este:

Como podéis ver, he subido la exposición para que se vea claramente el rostro de la modelo (apoyado por una subida bastante grande de las sombras, que afectan prácticamente únicamente a su rostro y a los árboles del fondo. Un poco de claridad para recuperar contraste en las zonas medias y borrar neblina para definir más la imagen.

En cuanto al color los colores son los siguientes:

En este caso, lo que hemos modificado son mayormente los amarillos y los verdes, para conseguir que se acerquen más a tonos amarillentos/naranjas.

Tocar los sliders de Rojo y naranja son para compensar el rostro de la modelo, hasta conseguir un tono que encaje con la composición.

También añadimos un tono cálido tanto a las sombras como a las luces, con poca saturación.

Y listo, el RAW estará editado. Pasamos a Photoshop para los últimos detalles.

Editando con Photoshop

Una vez abierto en Photoshop, nos faltará darle los últimos toques a la imagen para conseguir el resultado final.

El primer paso será aplicar separación de frecuencias para uniformizar los tonos de la piel en el rostro de la modelo, especialmente en la frente donde es más notable.

Dodge & Burn

El siguiente paso en la imagen, para crear más contraste en la iluminación de la cara (Recordemos que está en la sombra) es aplicar el método de Dodge & Burn. Con esta técnica, puedes crear contraste iluminano o oscureciendo ciertas partes selectivas de la imagen.

Retocando el color

Por último, lo que falta es retocar el color de la imagen.

Para ello, no hay mejor herramienta que “Color selectivo” que te permite modificar uno a uno cada tono en específico. En este caso, el objetivo es aumentar los magentas en los verdes y amarillos (que le da ese toque de puesta de sol a las plantas) y corregir el tono de la piel para que no desentone.

Un pequeño consejo, que es la razón por la que utilizo Photoshop para editar, es que puedes crear máscaras para aplicar correciones de color distintas a distintas partes de la imagen. En este caso el fondo y el sujeto deben tener ajustes distintos, debido a la iluminación de la imagen.

El resultado final es el siguiente:

Y este es el proceso de edición de esta imagen. Es un proceso que aplico prácticamente a todas las imágenes que edito, de una manera u otra.

Asi que.. ¿Qué os parece?

Por último, ¡desearos a todos un feliz 2019, cargado de buenas imágenes!

 

2018 en 12 fotos.

2018 en fotos

Este año ha sido un año de gran evolución en mi vida, pero especialmente, en mi fotografía.

He podido descubrir que esta es mi pasión. Que me encanta estar detrás del visor de la cámara, y que lo que más me gusta dentro de la fotografía es sacar fotos a gente, conocerlos y poder expresar las emociones que yo veo en un instante de tiempo.

En este año he tenido la posiibilidad de sacar fotos a gente maravillosa, y me ha permitido conocer, descubrir, mejorar y compartir un poco de mi vida con gente increíble. Este post es un homenaje a todas las personas que hicieron de mi 2018 un año increíble.

Enero.

Febrero.

Marzo.

Abril.

Mayo.

Junio.

Julio.

Agosto.

Septiembre.

Octubre.

Noviembre.

Diciembre.

Y estas son las 12 fotos que representan mi 2018. ¿Cuál es tu favorita?

El 2019 vendrá cargado de novedades y fotografía.